domingo, 29 de noviembre de 2009

El Papa y sus palabras incómodas



Mientras que Argentina y Chile actualmente se debaten en proyectos para despenalizar el aborto y legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, sus presidentas Cristina Fernández y Michelle Bachelet se encontraron con el Papa en el Vaticano el día de ayer, 28 de noviembre, para celebrar el 25 aniversario del tratado de paz entre estos dos países.

En el mensaje que pronunció en español, el Sumo Pontífice destacó el importante papel de mediación que desempeñó en aquellas negociaciones la Iglesia Católica. Negociaciones a las cuales se encuentra unida la figura de Juan Pablo II y que "concluyeron con una solución digna, razonable y ecuánime". También afirmó que Chile y Argentina no son sólo dos Naciones vecinas, sino "dos Pueblos hermanos con una vocación común de fraternidad, de respeto y amistad, que es fruto en gran parte de la tradición católica que está en la base de su historia y de su rico patrimonio cultural y espiritual".

Acontecimientos como éste evidencian la importancia de que la Iglesia esté vigilante y se involucre  –siempre por el bien de la sociedad y de manera prudente– en la política de los pueblos, a pesar de ser criticada por ejercer su labor fuera de los muros de los templos.

Pero el compromiso por la paz no se limita a la ausencia de enfrentamientos bélicos entre los países. El Papa Benedicto XVI recordó en este encuentro –y no sólo a estas dos mandatarias– que la paz "requiere la promoción de una auténtica cultura de la vida, que respete la dignidad del ser humano en plenitud, unida al fortalecimiento de la familia como célula básica de la sociedad. Requiere también la lucha contra la pobreza y la corrupción, el acceso a una educación de calidad para todos, un crecimiento económico solidario, la consolidación de la democracia y la erradicación de la violencia y la explotación, especialmente contra las mujeres y los niños". No se los mandó decir; se los dijo personalmente conociendo a fondo la situación que agobia a estos países y al mundo entero.

Qué bueno que el Papa no tiene miedo de pronunciar este tipo de palabras que en nuestro contexto a muchos les resultan incómodas.

lunes, 23 de noviembre de 2009

México es más de lo que se dice en la prensa



En Roma abundan los periódicos gratuitos. Y aunque los profesores nos tienen "prohibido" seguir los acontecimientos del mundo desde ese tipo de publicaciones, de vez en cuando vale la pena "dar un vistazo" a la información que contienen.

El contenido es pobre. Se da más espacio a la publicidad y la manera como vienen tratados los argumentos no es tan profunda. Sin embargo, es la única información a la cual tienen acceso grandes masas de la capital italiana que no invierten –o no pueden invertir– un euro para adquirir otro tipo de periódicos.

El día de hoy, el diario gratuito "Metro" dedicó un espacio a México. Armas grabadas con oro, pistolas cubiertas con diamantes y collares secuestrados a los "narcos" ilustran el artículo que habla sobre el "Museo de las drogas", muestra que se expone al interno del palacio de la Secretaría de la Defensa, en la ciudad de México.

No me escandalizo. La situación del narcotráfico en México, y sus consecuencias, es tan real como la mafia italiana –dicho sea de paso–. Tampoco me extraña que los medios del así llamado primer mundo sólo miren al "tercero" cuando hay temas como la influenza, las muertas de Juárez o el narcotráfico, por mencionar algunos acaecidos en los últimos meses.

Pero no me lamento. Estoy convencido que el "rostro" de México es más hermoso que sus malas noticias, aunque no ocupe espacios en la prensa. Al final de cuentas empresarios y periodistas seguirán sus propios criterios para elegir las noticias mientras como lectores no seamos más exigentes con el producto que nos venden o "regalan".

jueves, 19 de noviembre de 2009

"Más vale tarde que nunca"




"Iglesia mexicana usa Twitter para comunicarse con fieles", es el título de una de las noticias publicadas el día de hoy en la primera página de esmas.com, sitio informativo de la televisora mexicana Televisa. La fuente es la agencia Notimex.

La "Iglesia" a la cual se refiere es la Diócesis de Querétaro, que a partir de esta semana abrió su cuenta de twitter "con el propósito de comunicarse con los fieles más jóvenes".

Que una Iglesia particular utilice medios como éste nos es novedad. En México son 11 las Diócesis que ya lo usan –a decir del vocero de la Diócesis de Querétaro–, y la Conferencia del Episcopado Mexicano desde hace tiempo que está inscrita. Lo que me resulta extraño es que un medio público como Televisa lo haya visto como noticia y que lo haya publicado sin filtro y sin "tendencias".

Personalmente valoro los esfuerzos que se hacen al interior de la Iglesia para llegar a los jóvenes que invierten gran parte de su tiempo en el uso de este tipo de herramientas que ofrece el internet, y para quienes las así llamadas "redes sociales" son el medio más importante –si no el único– de estar en contacto con la gente y con lo que sucede en el mundo.

No me convence mucho llegar en retardo, pero en esta ocasión puede aplicarse aquello de "más vale tarde que nunca", pues Twitter existe desde hace poco más de 3 años. Sin embargo, existen otras situaciones donde como Iglesia tenemos que estar más atentos. El mensaje que anunciamos y la misión que recibimos nos exigen estar despiertos y actuar a la altura y de inmediato.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El crucifijo es expulsado de las escuelas



La presenza del crocifisso nelle aule scolastiche si è convertito in un attentato contro i diritti dell’uomo. Così lo ha proclamato la Corte Europea a Strasburgo lo scorso 3 novembre. Nell’Italia, politici e rappresentanti dell’autorità pubblica non sono d'accordo con la decisione, giacché il crocifisso è un segno caratteristico della cultura e la storia italiana ed europea. Ma sembra che tutto può essere possibile in Europa; forse non è lontano il tempo che sia vietato ai sacerdoti portare l’abito clericale nelle strade, attentando contro la laicità e la libertà religiosa di coloro con chi ci incontriamo.
La presencia del crucifijo en las aulas de las escuelas públicas de Italia era vista con normalidad hasta el pasado 3 de noviembre. Ese día se convirtió en un atentado contra los derechos humanos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos –con sede en Estrasburgo, Francia– declaró que la presencia del crucifijo en los salones de clase va en contra del derecho que tienen los padres de familia de educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones, y contra el derecho de los niños a la libertad religiosa. Esta declaración es la resolución dada por este Tribunal a la denuncia presentada por una ciudadana italiana de origen finlandés, para quien el crucifijo en las aulas de la escuela donde estudiaban sus hijos iba en contra del principio de laicidad del Estado.

La decisión ha causado revuelo en Italia. Líderes políticos y representantes de la autoridad pública han manifestado su descontento, pues a decir de ellos esta decisión ataca un signo importante de la tradición y de la cultura italiana y europea, que aunque lo intente no puede negar sus raíces cristianas ni lo que ha recibido del catolicismo a lo largo de la historia. Por su parte, representantes institucionales de la Iglesia Católica han hecho declaraciones mesuradas; se lamentan del hecho y de sus implicaciones, pero no le han dado el gusto a aquellos que esperan una declaración satanizante.

El debate continúa. Especialistas están buscando la manera de revocar la decisión para que por vía legal no aplique en este País. El Premier, Silvio Berlusconi, se pregunta si los 8 países de Europa que tienen en su bandera el signo de la cruz también la deban quitar  por razones de ateísmo. Hay quién se pregunta si las obras de arte explícitamente católicas que en algún tiempo pertenecieron a la Iglesia y que ahora se exponen en lugares públicos serán regresadas o destruidas.

Cuestionamientos superficiales y profundos seguirán siendo planteados. Mientras tanto  somos testigos de cómo la cristiana Europa, originaria de la cultura occidental, tierra de intelectuales y ejemplo de desarrollo en muchos ámbitos para el mundo, hoy en aras de la laicidad pierda el tiempo en largos procesos revisando cuestiones particulares y no se plantee situaciones más urgentes y profundas que verdaderamente necesitan ser resueltas. Pero estamos en Europa, donde parece que todo puede ser posible y justificado. Sólo falta que se nos prohíba a los sacerdotes usar el traje clerical en las calles, no vaya a ser que atentemos contra la laicidad y la libertad religiosa de aquellos con los que nos encontremos a nuestro paso.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Fiesta en los cementerios


La sera del primo novembre, vespro del giorno dedicato ai fedeli defunti, in Messico si ha la tradizione di andare ai cimiteri, non soltanto per pregare, ma soprattutto per ammirare gli “altari dei morti” che fanno alcuni uffici del governo, le scuole e alcuni volontari creativi. Anche approfittano i venditori, i musicisti e coloro che sanno scherzare con battute che hanno a che vedere con la morte. Davvero si sente un clima di festa. La preoccupazione è che tutto rimanga lì, nell’esteriore, dimenticando l’essenza cristiana che lungo la storia ha pulito questa tradizione ereditata dai nostri antenati indigeni.

"Saldo blanco en cementerios de la ciudad de México". Así amanecían el día de hoy, 2 de noviembre, titulares de la versión electrónica de algunos de los principales diarios de México. Se refiere a la visita que un gran número de mexicanos hicieron el día de ayer, víspera del Día de los Difuntos, a los cementerios.

Año con año, la noche del primero de noviembre se vive en este País de manera particular. Oficinas de gobierno, universidades y voluntarios creativos compiten en la elaboración del "Altar de Muertos", exponiendo sus obras a la admiración de los visitantes; mientras que vendedores, músicos y bromistas se aparecen incluso en medio de las tumbas.
Se trata de una verdadera fiesta, y forma parte de una tradición que México ha exportado al mundo, reconocida como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO.

Pero el "saldo blanco" del título hace referencia a que en esta ocasión no hubo ningún incidente –al menos en la ciudad de México– fruto de los desórdenes a los que se exponen celebraciones como ésta.
Y es que pareciera que esta costumbre, heredada de nuestros antepasados indígenas y cristianizada por los primeros evangelizadores, tiende a convertirse en la competencia del halloween norteamericano, haciendo a un lado el sentido religioso de lo que en algún tiempo fue "devoción popular" pura.

El México, ponderado como mayormente católico, corre el riesgo de heredar a las nuevas generaciones tradiciones llenas de folklor y colorido, pero vacías en el contenido que les fue dando forma y sentido a lo largo de la historia. Lo bueno es que todavía son muchos los que concluyen esta fiesta con alguna oración alrededor de las tumbas de sus seres queridos y se unen a toda la Iglesia en la Eucaristía con la  misma intención, iluminando el misterio de la muerte con la trascendencia cristiana de la Resurrección.