Un mascotense estará
presente en el Cónclave. El Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de
Guadalajara y originario de Mascota, Jalisco, será uno de los electores del
próximo Papa. Y nadie, ni siquiera de broma, ha comenzado a hacer campaña a su
favor para que resulte electo Sumo Pontífice.
Sin embargo, parece que muchos todavía no comprenden la
seriedad del acontecimiento. Pues mientras algunos han hecho circular una lista
con los nombres de "sus" candidatos más fuertes, otros han llegado al extremo
de pegar carteles solicitando el voto por un Cardenal en particular.
Si bien es cierto que algunos Cardenales son más conocidos que
otros –por su visibilidad, su servicio o simpatía– al final serán ellos quienes tengan la última palabra. Así que mientras no concluya el Cónclave, lo que otros
digan a favor o en contra son sólo suposiciones.
Por algo la Secretaría de Estado del Vaticano tuvo que emitir
un comunicado a propósito de la difusión de noticias falsas para condicionar el
Cónclave. A continuación la nota completa. Fue publicada el pasado 23 de febrero, pero sigue siendo iluminadora y actual:
“La libertad del Colegio de Cardenales, que tiene la
tarea, según establece el derecho, de elegir al Romano Pontífice, siempre ha
sido fuertemente defendida por la Santa Sede, como garantía de una decisión que
estuviera basada en evaluaciones motivadas únicamente por el bien de la
Iglesia.
A través de los siglos, los Cardenales han debido hacer
frente a múltiples formas de presión ejercidas sobre los electores individuales
y sobre el mismo Colegio y cuyo fin era condicionar su decisiones,
doblegándolas a lógicas de tipo político o mundano.
Si en el pasado eran las denominadas potencias, es decir,
los Estados los que intentaban hacer valer sus condicionamientos en la elección
del Papa, ahora se intenta poner en juego el peso de la opinión pública, a
menudo sobre la base de evaluaciones que no reflejan el aspecto típicamente
espiritual del momento que la Iglesia está experimentando.
Es deplorable que, a medida que se acerca el inicio del
cónclave y los cardenales electores estarán obligados, en conciencia y ante
Dios, a expresar con plena libertad su elección, se multiplique la difusión de
noticias, a menudo no verificadas o no verificables, o incluso falsas, incluso
con graves perjuicios para las personas y las instituciones.
Nunca como en estos momentos, los católicos se centran en lo esencial:
rezan por el Papa Benedicto XVI, rezan para que el Espíritu Santo ilumine al
Colegio de Cardenales, rezan por el futuro pontífice, confiados en que la
suerte de la barca de Pedro está en las manos de Dios”.
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