"Nuestra esperanza está en Dios". Lo afirmó de nuevo el Papa en el mensaje que dirigió el día de ayer a quienes participaron en el rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro.
La afirmación es clara y sin titubeos. Se inspira en la revelación que Dios ha hecho de sí mismo a lo largo de la historia y que tiene su plenitud en su Hijo Jesucristo, lo cual la convierte en una verdad con sentido y de carácter permanente; verdad que ilumina la vida del hombre y lo anima a seguir adelante a pesar de los problemas a los que se enfrenta de manera cotidiana.
Estas palabras pronunciadas por el Papa son la respuesta a las inquietudes e incertidumbres que trae consigo el inicio del año nuevo, y se contraponen a las "respuestitas", humanas y pasajeras, que se intentan descubrir por ejemplo en el horóscopo o en las "predicciones" del futuro.
Sólo que depositar la esperanza en Dios requiere responsabilidad y esfuerzo por parte del ser humano, y no va con el estilo de quienes cómodamente esperan a que las soluciones les caigan del cielo o ponen sus vidas en manos de los astros o del destino.
¿Qué nos espera en este año 2010? Depende de nuestra actitud y de nuestra perspectiva: o nos dejamos intimidar por las tragedias, la crisis y la violencia que caracterizaron al año pasado, o intentamos asumir cada uno nuestra propia responsabilidad para "colaborar con la gracia de Dios" –cosa que también dijo el Papa– y lograr que sea un año diferente y más positivo. Yo prefiero enfrentarlo con la segunda actitud, no sé usted por cuál se incline.
Muy buena reflexión, y también como usted, me inclino por la segunda opción.
ResponderEliminarBuen dia tenga pbro. Juan Luis, muy feliz año esperando que todas sus metas se realicen. En horabuena una vez mas y felicitandolo por su columna de inicio del año, corto y muy concreta y precisa. y claro que me inclino por la seg. opcion que ud. a escogido!!
ResponderEliminarRealmente es Dios la razón de nuestra existencia y si depositamos la esperanza en El todo es mucho más llevadero y se disfruta la vida con mayor plenitud.
ResponderEliminarYo espero siga difundiendo estos escritos que nos mantienen viva esa esperanza depositada en Dios, le saludo padre desde Nayarit, le felicito por sus escritos me han sido de gran utilidad.