Tenían razón quienes pensaban que Benedicto XVI seguiría
influyendo en la vida de la Iglesia después de su renuncia. Pero su influencia
no consiste en lo que imaginaban algunos, por ejemplo paseándose en las
oficinas del Vaticano o dándole consejos “inoportunos” a su sucesor.
La influencia del Papa Emérito radica en su pensamiento. Su
claridad en torno a la Fe, a la Iglesia y a las necesidades del ser humano está
plasmada en sus escritos y son un punto de referencia importante para todos,
incluso para el Papa Francisco, quien lo ha citado en sus reflexiones en distintas
ocasiones.
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se
celebra hoy, domingo 12 de mayo, es una muestra de ello. A continuación
presento 7 puntos del mensaje que publicó antes de su renuncia y que lleva por
título “Redes Sociales: portales de verdad y de fe;
nuevos espacios para la evangelización”:
1.
Las redes sociales son un espacio donde las personas
comparten ideas, informaciones, opiniones, y donde también nacen nuevas
relaciones y nuevas formas de comunidad.
2.
Las personas que participan en las redes sociales deben
esforzarse por ser auténticas.
3.
A veces, la voz discreta de la razón se ve sofocada por
el ruido de tanta información y no consigue suscitar la atención que merece.
4. La capacidad de utilizar los nuevos lenguajes es
necesaria no tanto para estar al día, sino precisamente para permitir que la
infinita riqueza del Evangelio encuentre formas de expresión que puedan
alcanzar las mentes y los corazones de todos.
5. En las redes sociales se pone de manifiesto la
autenticidad de los creyentes cuando comparten la fuente profunda de su
esperanza y de su alegría: la fe en el Dios rico de misericordia y de amor,
revelado en Jesucristo, que consiste no sólo en la expresión explícita de la
fe, sino también en el testimonio, es decir, en el modo de comunicar
preferencias, opciones y juicios que sean concordes con el Evangelio, incluso
cuando no se hable explícitamente de él.
6.
También en el ambiente digital, en el que con facilidad
se alzan voces con tonos demasiado fuertes y conflictivos, y donde a veces se
corre el riesgo de que prevalezca el sensacionalismo, estamos llamados a un
atento discernimiento.
7. Las redes sociales, además de instrumento de
evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano.
Benedicto XVI pasará a la historia como “el Papa que
renunció”, el que se apartó de los reflectores y pasó los últimos días de su
vida en el interior de un claustro. Pero también como el Papa que conoció y se
adentró en el uso de las redes sociales aprovechando todo lo que ellas ofrecen
y cuyo ejemplo hemos de seguir los que nos profesamos católicos.
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