viernes, 6 de noviembre de 2009

El crucifijo es expulsado de las escuelas



La presenza del crocifisso nelle aule scolastiche si è convertito in un attentato contro i diritti dell’uomo. Così lo ha proclamato la Corte Europea a Strasburgo lo scorso 3 novembre. Nell’Italia, politici e rappresentanti dell’autorità pubblica non sono d'accordo con la decisione, giacché il crocifisso è un segno caratteristico della cultura e la storia italiana ed europea. Ma sembra che tutto può essere possibile in Europa; forse non è lontano il tempo che sia vietato ai sacerdoti portare l’abito clericale nelle strade, attentando contro la laicità e la libertà religiosa di coloro con chi ci incontriamo.
La presencia del crucifijo en las aulas de las escuelas públicas de Italia era vista con normalidad hasta el pasado 3 de noviembre. Ese día se convirtió en un atentado contra los derechos humanos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos –con sede en Estrasburgo, Francia– declaró que la presencia del crucifijo en los salones de clase va en contra del derecho que tienen los padres de familia de educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones, y contra el derecho de los niños a la libertad religiosa. Esta declaración es la resolución dada por este Tribunal a la denuncia presentada por una ciudadana italiana de origen finlandés, para quien el crucifijo en las aulas de la escuela donde estudiaban sus hijos iba en contra del principio de laicidad del Estado.

La decisión ha causado revuelo en Italia. Líderes políticos y representantes de la autoridad pública han manifestado su descontento, pues a decir de ellos esta decisión ataca un signo importante de la tradición y de la cultura italiana y europea, que aunque lo intente no puede negar sus raíces cristianas ni lo que ha recibido del catolicismo a lo largo de la historia. Por su parte, representantes institucionales de la Iglesia Católica han hecho declaraciones mesuradas; se lamentan del hecho y de sus implicaciones, pero no le han dado el gusto a aquellos que esperan una declaración satanizante.

El debate continúa. Especialistas están buscando la manera de revocar la decisión para que por vía legal no aplique en este País. El Premier, Silvio Berlusconi, se pregunta si los 8 países de Europa que tienen en su bandera el signo de la cruz también la deban quitar  por razones de ateísmo. Hay quién se pregunta si las obras de arte explícitamente católicas que en algún tiempo pertenecieron a la Iglesia y que ahora se exponen en lugares públicos serán regresadas o destruidas.

Cuestionamientos superficiales y profundos seguirán siendo planteados. Mientras tanto  somos testigos de cómo la cristiana Europa, originaria de la cultura occidental, tierra de intelectuales y ejemplo de desarrollo en muchos ámbitos para el mundo, hoy en aras de la laicidad pierda el tiempo en largos procesos revisando cuestiones particulares y no se plantee situaciones más urgentes y profundas que verdaderamente necesitan ser resueltas. Pero estamos en Europa, donde parece que todo puede ser posible y justificado. Sólo falta que se nos prohíba a los sacerdotes usar el traje clerical en las calles, no vaya a ser que atentemos contra la laicidad y la libertad religiosa de aquellos con los que nos encontremos a nuestro paso.

1 comentario:

  1. Agudo el comentario de Silvio Berlusconi, no crees? Y por lo de los trajes clericales...mejor que puedan seguir vistiéndolos.

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